Hoy en día, tener un laptop en casa es casi tan común como tener microondas. Y claro, si hay peques cerca, tarde o temprano preguntan: “¿Puedo usar el ordenador?”. La duda es lógica. ¿A qué edad es bueno dejarles? ¿Y cómo hacerlo sin que se vuelva un caos?
Vamos al grano.

No hay una edad exacta, pero sí señales
No existe una edad mágica. Pero sí hay pistas.
Si el niño ya sabe leer con soltura, seguir instrucciones y tiene un poco de paciencia, puede ser buen momento para empezar. Eso suele pasar entre los 6 y los 8 años, aunque depende mucho del peque.
Antes de esa edad, mejor que el contacto con la tecnología sea con supervisión, juegos didácticos y sesiones cortas.
Pero veamos más a fondo algunas de esas señales:
¿Está preparado para usar un portátil? Señales que te ayudan a decidir
No hay una regla de oro, pero sí hay comportamientos y habilidades que nos dan pistas claras.
Aquí te dejo algunas señales concretas que indican que tu peque puede estar listo para empezar a usar un portátil con propósito (y sin que eso se convierta en una batalla diaria):
1. Sabe leer con soltura
Esto es clave. Si ya puede leer textos cortos con cierta autonomía, podrá seguir instrucciones, entender botones, menús y hasta buscar información por sí solo. A partir de los 6-7 años, muchos niños ya están en ese punto.
2. Tiene capacidad de concentración
Si puede estar más de 10 o 15 minutos enfocado en una tarea (dibujar, construir, leer…), probablemente esté listo para actividades guiadas en el portátil.
Si se dispersa en segundos, quizás es mejor esperar o acompañarlo muy de cerca.
3. Muestra curiosidad por aprender
Cuando empieza a hacer preguntas del tipo «¿cómo se busca eso?», «¿puedo escribir algo yo?» o «¿me enseñas eso que haces tú?«, ahí hay una oportunidad. Esa curiosidad es oro, y el portátil puede canalizarla bien si se usa con sentido.
4. Sabe seguir instrucciones paso a paso
Esto no significa que tenga que ser un robot, pero sí que sea capaz de seguir una pequeña secuencia (por ejemplo: abrir una app, hacer clic en una opción, cerrar cuando termina).
Si ya lo hace con juegos de mesa o manualidades, puede trasladarse al entorno digital.
5. Tiene cierta autonomía con dispositivos
Si ya usa una tablet o un móvil con responsabilidad (aunque sea bajo vigilancia), y entiende que hay normas y límites, probablemente podrá adaptarse bien al uso de un ordenador portátil.
6. Es capaz de aceptar normas
Si ya entiende que hay momentos para jugar, otros para dormir, y que hay reglas que se cumplen aunque no siempre le gusten, eso te ahorrará muchos problemas.
Un portátil puede convertirse en un “agujero negro de tiempo” si no hay acuerdos claros desde el principio.
7. Tiene interés por crear, no solo consumir
Esta es una señal buenísima: cuando quiere escribir su historia, hacer dibujos digitales, grabar algo, aprender a hacer una presentación… Entonces ya no hablamos solo de ver vídeos, sino de usar el ordenador como herramienta creativa. Ahí merece la pena dar ese paso.
Si ves varias de estas señales en tu hijo o hija, es probable que esté en un buen momento para empezar a usar un portátil con acompañamiento y objetivos claros. No hace falta que cumpla todas al 100%, pero sí tener una base sólida para evitar frustraciones.

Empieza siempre con normas claras
Como con la bici o la tele, los límites son clave. No hace falta montar un contrato, pero sí hablar claro:
- Cuánto tiempo puede usarlo (por ejemplo, 30 minutos al día).
- Para qué se puede usar (deberes, juegos educativos, ver vídeos adecuados).
- Dónde se usa (siempre en zonas comunes, nada de llevarlo al cuarto).
La idea es que el ordenador no sea un juguete más, sino una herramienta útil.
Usa control parental, pero no te fíes solo de eso
Hay programas buenísimos para limitar el acceso a contenido o controlar el tiempo. Pero lo más importante sigue siendo el acompañamiento.
Sentarte con él o ella, ver qué hace, hacerle preguntas. Mostrar interés. Así también aprende a usar la tecnología con criterio.
Da ejemplo sin agobiar
Si te pasas el día con el móvil en la mano, no esperes que tu hijo se limite a media hora con el laptop. Pero tampoco hace falta irse al extremo. Solo se coherente. Y si toca apagar, se apaga en familia.
Aprovecha para enseñar
Un portátil no es solo para ver dibujitos. Puede aprender a escribir, a buscar información, a programar con herramientas como Scratch. Incluso a hacer presentaciones o editar vídeos. Hay un montón de opciones, muchas gratuitas y pensadas para su edad.
Resumiedo:
El uso del ordenadores en los niños no es cuestión de edad, sino de preparación. No se trata de darles acceso porque “ya tienen X años”, sino porque han demostrado que están listos. Y eso se nota: saben leer, seguir normas, tienen curiosidad y muestran ganas de crear, no solo de consumir.
Si lo hacemos con sentido común, acompañamiento y límites claros, el portátil puede convertirse en una herramienta fantástica para aprender, expresarse y desarrollar habilidades que les servirán toda la vida.
Recuerda, los ordenadores no son el enemigo. Tampoco el premio máximo. Es una herramienta, como cualquier otra. Cuanto antes aprenda a usarla con cabeza, mejor preparado estará para el futuro.