Halloween cada vez es más popular en España. Y cada vez son más quienes aprovechan esta tradición estadounidense para ponerse sus disfraces. Por eso yo hoy te quiero hablar de los beneficios de disfrazarse.
En España el «susto o trato» y las costumbres de decorar las casas para la fiesta e ir de casa en casa pidiendo caramelos no se han arraigado, pero sí que los niños esperan esta fecha con ansias para poder disfrazarse. Pero… ¿Debemos dejar a nuestros hijos disfrazarse en Halloween?
La respuesta es sí. Y no solo debemos dejar que nuestros pequeños se disfracen en Halloween, Carnaval o para fiestas infantiles.
Disfrazarse es una manera más de jugar, de divertirse y sobre todo, de aprender.
Así que hoy voy a analizar los beneficios de los disfraces en los niños.
Beneficios de disfrazarse para los niños
Disfrazarse contribuye al desarrollo infantil
Ponerse ropa de mayor, maquillarse, ser otro… es algo muy necesario en la vida de los niños.
Cuando el niño se disfraza y se imagina una historia con ese disfraz, está dando rienda suelta a su imaginación, a su espontaneidad y a su creatividad.
Los niños pueden convertirse en quien ellos quieran ser mientras inventan divertidas historias, pueden convertirse en un científico, una estrella de rock o un astronauta. La fantasía y la imaginación pueden llegar a ser desbordantes gracias a los disfraces.
Les ayuda a expresar sus sentimientos
Cuando se disfrazan se sienten más seguros a la hora de expresarse, así que es un buen momento para conocer un poco más su personalidad.
Bajo un disfraz los niños se expresan más libre y abiertamente, ayudándoles a liberar tensiones y a sacar lo que les atormenta interiormente. Por eso es una técnica muy utilizada por los terapeutas infantiles para ayudar a los niños a superar sus miedos.
Por ejemplo, si se disfrazan de superhéroe se sentirán más valientes, poderosos e independientes. O si tienen miedo a los perros y se disfrazan de veterinarios les ayudará a superar ese miedo.
👀 Échale un ojo a estos disfraces
Disfrazarse fomenta la empatía
Una de las principales causas de los problemas de integración tanto en niños como en mayores, es la falta de empatía.
¡Cuántos problemas se solucionarían si nos pusiéramos más en el lugar de otros!
Con los disfraces los niños aprenden a ponerse en lugar de los demás y a integrarse mucho mejor en el mundo que les rodea.
Cuando están disfrazados los pequeños pueden pueden ver la realidad desde otro punto de vista y eso les hace aprender muchos valores educativos.
Nos permite conocerles mejor y ver como percibe a los demás
Uno de los juegos favoritos de los niños es jugar a ser como mamá, papá o su profe. Les encanta convertirse en los adultos que tiene alrededor.
A veces si observamos a nuestros hijos cuando «son adultos» nos podemos llevar sorpresas en su forma de actuar. Por ejemplo, cuando se disfraza de profe en el fondo estará imitando a su profe, y ver cómo actúa nos puede ayudar a entender como se siente en el colegio. O cuando se disfraza de mamá o papá podemos ver la imagen que tiene de nosotros y nos permita analizar si hay cosas que deberíamos cambiar.
Disfrazarse enriquece su vocabulario
Disfrazarse es un juego simbólico y eso quiere decir que se tienen que comportar como el personaje que interpretan. Eso conlleva que necesitan expresarse como él por lo que facilita un vocabulario más rico y mayor expresividad lingüística.
Ya sabes cuáles son algunos de los beneficios de disfrazarse, pero… ¿Y si mi hijo no quiere disfrazarse?
¿Y si mi hijo no quiere disfrazarse?
A casi todos los niños les encanta disfrazarse, pero siempre hay excepciones y si tu hijo no se quiere disfrazar no lo tenemos que forzar.
Por ejemplo, los disfraces de Halloween son terroríficos, y eso les puede asustar. Quizá si se quiera disfrazar pero lo que no quiere es convertirse en un monstruo o un fantasma.
¿Qué hacemos entonces?
- Deja que el niño elija el disfraz. Aunque sea Halloween si se quiere disfrazar de hada o de oso amoroso permíteselo.
- No le cubras la cara con máscaras o caretas. Mejor utilizar un maquillaje como este.
- Le puedes empezar a poner el disfraz unos días antes para que se vaya familiarizando con él.
Y digo yo, con los beneficios de disfrazarse para nuestros pequeños… ¿Por qué no disfrazarnos con ellos y formamos parte de su mundo imaginario?